El regalo mas guarro
Desde que publiqué mi primer relato muchas cosas divertidas han sucedido en mi vida. He conocido a muchos hombres y algunas chicas que me envían mails para intercambiar conmigo sus fantasías sexuales o para enviarme sus fotos. Ha sido muy emocionante para mí estar en una reunión de trabajo y al notar en mi móvil una notificación de mensaje, darme cuenta que es algun mail de uno de mis lectores enviandome fotos guarras. El otro día abrí un mail sin percatarme que tenía al lado a un compañero de trabajo. Resultó que era un chico que me estaba enviando una fotografía de su enorme polla chorreada de semen. Por supuesto que mi compañero alcanzó a ver la imagen, pero se hizo el desentendido. Yo me quedé petrificada de la vergüenza y más ahora que cada vez que me lo cruzo me mira con picardía. También me han escrito muchos lectores para pedirme que les venda mis bragas sucias. Supongo que la idea les surgió del relato sobre las bragas de mi amiga Esther. En un principio estaba reac